POR LA MAÑANA... ¡¡ PONTE LAS PILAS !!
El Desayuno
Una buena alimentación comienza con la
primera comida del día. La importancia del desayuno radica en que es la primera
ingesta luego de que el organismo ha estado varias horas sin alimento. La noche
es, por lo general, el periodo de ayuno más largo del día, sobre todo para los
niños, ya que estos duermen más horas que los adultos. Por ello, la importancia
del desayuno no debe verse empañada por apuros ni por excusas.
Lo ideal es hacer de la hora del desayuno
un momento compartido de intimidad familiar, en especial para aquellas familias
que no pueden reunirse en el almuerzo. El compartir el desayuno no sólo
garantiza que el niño hará una buena ingesta, que lo prepara para una jornada
de intensa actividad, sino que crea en él un hábito que lo acompañará toda la
vida.
Hay que asegurarse de que se levante
con el tiempo suficiente para desayunar. El tiempo que pasará hasta la
siguiente comida importante, el almuerzo, será de varias horas. Esas horas
serán muy intensas, a pesar de que pasará la mayor parte del tiempo sentado. La
actividad física no es la única que requiere energía. La actividad mental
también necesita un buen aporte.
Algunas de las consecuencias de saltarse el desayuno
son decaimiento, falta de concentración
y mal humor, debido al déficit de glucosa -nuestro principal combustible
energético- que produce el ayuno.
Hay que recordar que a primera hora de la mañana el
organismo lleva ya entre 8 y 10 horas sin recibir ningún alimento. La falta de
glucosa empuja a nuestro cuerpo a quemar otras reservas energéticas, lo que
causa múltiples alteraciones en el normal funcionamiento orgánico.
En edades
escolares, esto condiciona el aprendizaje y acarrea un descenso del rendimiento,
ya que la capacidad de locución o expresión, de memoria, de creatividad y de
resolución de problemas quedan particularmente afectadas. Estas observaciones
han sido verificadas tanto en niños que presentaban una alimentación
equilibrada en su conjunto como en niños que presentaban una alimentación
insuficiente. Por todo ello, se puede considerar que el desayuno es un hábito
alimentario que llega a condicionar el estado físico, psíquico y nutricional,
pero no sólo de los niños y adolescentes, sino en personas de todas las edades.
Diversos estudios demuestran los beneficios para la
salud relacionados directamente con la toma de un desayuno equilibrado:
Mejora del estado nutricional (grado en el que
nuestras necesidades de energía y nutrientes quedan cubiertas mediante los
alimentos que consumimos). Tomar un buen desayuno ayuda a realizar ingestas más
altas de la mayor parte de los nutrientes que el organismo precisa. Las
personas que no desayunan suelen seguir una dieta de peor calidad, mientras que
quienes lo hacen, suelen hacer una dieta menos grasa y más rica en fibra,
vitaminas y minerales.
Grasa. Si el desayuno incluye: tostadas, pan,
cereales de desayuno, galletas sencillas, etc., el consumo diario de grasa es
menor. El consumo de estos alimentos contribuye a aumentar los aportes
calóricos realizados a partir de los hidratos de carbono, reemplazando otros
con mayor contenido graso (bollería industrial, repostería, etc.).
Fibra. Si se incluyen cereales de desayuno o panes
integrales, las posibilidades de satisfacer las necesidades de fibra son
mayores.
Vitaminas y minerales. El desayuno contribuye
significativamente a los aportes diarios de vitaminas y minerales. Estudios
realizados en población infantil en distintos países han evidenciado aportes
significativamente inferiores para ciertos minerales (hierro, calcio, magnesio
y cinc) y vitaminas (tiamina y piridoxina) en los que no desayunaban en
comparación con los que consumían esta ración.
Control del peso. Las personas que desayunan
mantienen el peso dentro de límites saludables en mayor medida que las que
omiten esta ración. El hecho de repartir las calorías durante el día en 4 ó 5
comidas, ayuda a que no se sobrecargue ninguna de ellas. Esto también contribuye
a evitar picar entre horas (snacks, golosinas, bollería y otros dulces,
refrescos, etc.), factor muy importante a la hora de controlar el peso.
Rendimiento físico e intelectual. Las personas que
omiten el desayuno ponen en marcha una serie de mecanismos en el organismo
(descenso de la hormona insulina y aumento de cortisol y catecolaminas...) para
mantener la glucemia (nivel de azúcar en sangre) en valores aceptables. Estos
cambios hormonales alteran o condicionan la conducta e influyen negativamente en
el rendimiento físico e intelectual.
El desayuno debe suponer entre el 20 y el 25% de
las calorías ingeridas a lo largo del día. Para que sea equilibrado, deben
estar representados como mínimo los siguientes grupos de alimentos: lácteos (leche, yogur, cuajada, requesón...), frutas y
cereales (pan, tostadas, cereales de desayuno, galletas...). Aparte de estos,
también pueden participar otros alimentos, como derivados cárnicos y dulces, en
cantidades moderadas.
Ø Cereales. Proporcionan
hidratos de carbono que aportan energía, vitaminas y minerales. Los cereales
integrales aportan, además, fibra.
Ø Lácteos.
Contienen proteínas de calidad, calcio, vitaminas A y D, y vitaminas del grupo
B (principalmente riboflavina o B2).
Ø Frutas. Aportan
hidratos de carbono, agua, vitaminas, minerales y fibra.
Ø Derivados
cárnicos. Jamón cocido o serrano, fiambres poco grasos (de pollo o
pavo), embutidos... Contienen proteínas de calidad con función formadora (de
construcción
de tejidos y células) y cantidades variables de grasa con función energética.
Algunas
ideas que pueden ayudar cuando rechazan el desayuno en casa:
Motivo
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Respuesta
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“No tengo
hambre”
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Aunque
muchas veces nos guiamos por nuestro instinto, si no tenemos apetito como
somos animales racionales tenemos que pensar lo que nos
conviene y actuar en consecuencia
|
“No tengo
tiempo”
|
¿Alguna
vez has venido al colegio desnudo por falta de tiempo para vestirte? Debes
organizar mejor tu tiempo y/o levantarte 15 minutos antes (tal vez también
irte antes a la cama por la noche)
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“No me
gusta la fruta”
|
La pueden
mezclar con yogur, hacer macedonia donde predomine el sabor que más le guste,
hacer batidos naturales, zumos exprimidos en casa, poner un poco de sirope,
azúcar o fideos de chocolate.
A los más
peques presentarla haciendo figuras divertidas
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“Me da
angustia el desayuno”
|
Generalmente
se debe a querer realizarlo muy deprisa, hay que estar relajado, sentarse
para tomarlo y con tiempo suficiente.
Se debe
comenzar de forma progresiva, tomando una pequeña cantidad de cada uno de los
alimentos e irla aumentando un poquito cada día. Por ejemplo, el primer día 2
uvas, medio yogur o medio vaso de leche y una galleta, a los 2 ó 3 días
aumentar a 4 uvas o media pera o manzana, etc.
|
¡¡¡¡ No olvidéis predicar con el ejemplo!!!!
Fomentad las comidas juntos, siempre que vuestro
horario lo permita.
TCA (Trastornos de conducta
alimentaria)
Popularmente se cree que el desarrollo de un trastorno de la conducta alimentaria (TCA) sólo se da por la preocupación extrema de la imagen y el cuerpo, pero va más allá de esto, ya que responde a dificultades psicológicas y emocionales que la persona se siente incapaz de gestionar de otra manera que no sea con el síntoma alimentario. La adolescencia es una etapa de especial vulnerabilidad para su desarrollo ya que se dan cambios muy intensos.
Popularmente se cree que el desarrollo de un trastorno de la conducta alimentaria (TCA) sólo se da por la preocupación extrema de la imagen y el cuerpo, pero va más allá de esto, ya que responde a dificultades psicológicas y emocionales que la persona se siente incapaz de gestionar de otra manera que no sea con el síntoma alimentario. La adolescencia es una etapa de especial vulnerabilidad para su desarrollo ya que se dan cambios muy intensos.
Ante la petición por parte
de nuestros alumnos de 5º por este tema, hemos creído conveniente el
informarles y contestar su dudas, por lo cual, elaboramos un power point explicando los conceptos, síntomas y
prevención de varios de los trastornos como la anorexia, bulimia y vigorexia.
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